Tristemente puesta en pie
acaricias con los dedos
la esperanza muerta
la torpeza y la vergüenza
de este año que no fue
ese año que esperabamos tener
Y lamentas con miradas
lo que no se puede ni explicar
lo que no has guardado
porque al no ser lo esperado
no quisiste ni archivar
ni un solo momento
ni un segundo odiado
de este amor impuro y agotado
enfermo y delicado
pequeño y despistado
que se apaga.