Alguien espera por ti.

En algún lugar de este planeta, alguien esta esperándote, que la quieras, que le abraces, que le demuestres todo lo que tienes dentro. En algún lugar de este planeta, alguien se muere por compartir contigo eso que anhelas compartir con alguien. En algún lugar de este planeta hay alguien que desea como tú cogerte la mano, caminar juntos, con la cabeza bien alta, sin miedo al futuro y sin mirar al pasado, alguien con quien compartir miradas, risas, secretos, complicidades, alguien que te complemente y haga de ti lo que siempre deseaste ser, alguien que consiga encender en ti eso que un día se apagó, alguien que consiga hacerte sonreír.
Nunca dejes de sonreír, porque  en algún lugar de este planeta, alguien esta esperando quedarse prendado de tu sonrisa, en algún lugar de este planeta alguien espera por ti.



El principio del comienzo

Sola y vacía, mientras el sol caía. Me volví a sentar en aquel lugar, mirando al mar, al igual que aquel día, pero ya todo no era igual. Mi ropa no era la misma, ni mi calzado. El día agonizaba a una hora en la que antes aun le quedaban horas de luz. Me bañador se había convertido en pantalón largo, mi camiseta en sudadera y mis chanclas en zapatos. Cada ola rompiendo en la orilla, se convertía en un alarde de recuerdos, de sensaciones, algunas contradictorias, otras tristes y otras muchas alegres…
Creo que hoy he llegado a ese punto de inflexión, en el que hay un antes y un después.
Hoy he sido capaz de ir al lugar donde todo empezó, pero también donde todo acabó. Hoy he vuelto al lugar donde todo se derrumbaba, pero donde empezaba a poner los cimientos de mi nueva vida. Donde mi vida se desmoronaba, pero donde empezó a levantarse mi nueva vida. Donde dejaba atrás mi antigua vida, para hacerme mayor. Donde pensaba que me moría, pero realmente era donde volvía a nacer, un 3 de julio, y un 24 de diciembre, 6 meses de diferencia, 6 meses que me han parecido una eternidad, pero que me han servido para sentar las bases de mi nuevo yo, de mi nueva persona. Un antes y un después, y lo pienso así, porque en ningún momento mi cuerpo se estremeció, en ningún momento me sentí triste, y lo más importante de todo, que la única lagrima que derrame, fue al llegar a casa y ver a toda mi familia conmigo. 


Andaba pintando y dibujé, un barco de vela y navegué por tu cielo,
donde cultivo el mar con las estrellas, que resultan semillas de vida que encontré.
Y me sumerjo en tu cielo y veo al fin que recoges si mientes y esparcí por el aire,
donde flotaban mis sueños encerrados en semillas que flotas a cientos sobre ti.


Por poder...

Se puede morir la fe,
de mi universo
y no dejaría de quererte.
Me puedo morir de sed,
si no te bebo,
y no dejaría de quererte.

Por si mañana no estoy, deja la puerta abierta

Por si mañana no estoy porque  ya me he ido.
Por si mañana no estoy porque ya me he marchado.
Por si mañana no estoy porque cerré tu puerta.
Por si mañana no estoy al amanecer, cuando los primeros
rayos de sol entren por tu persiana, y te despiertes entre
bostezos y vueltas en tu cama, por si mañana ya no estoy...
recuerda hoy que te quiero.



Sueño dulce

Ahora que tengo un rato me atrevo a pensarte, cuando apago las luces me pongo a buscarte.
Entre vagos recuerdos me echo a dormir. Con un sueño tan dulce como negros tus ojos.
Tu sonrisa esta triste, déjame ser curioso, ¿qué guardas dentro de ti?
Y la noche tan negra y la luna tan clara, apenas te das cuenta de que en mi mirada
solo estas tú. No pretendo agobiarte tan solo contarte que el mundo esta noche esta 
de nuestra parte, por si no lo sabes aún.
Cerca de mí, quiero que estés cerca de mí.
Cerca de mí, te quiero tener muy cerca de mí.
Tu mirada perdida en un mar de preguntas, desde la orilla grito si te hace falta mi ayuda
aunque tú no me veas yo estoy detrás de ti. Con un agua tan limpia que cuida tu cuerpo,
poquito a poquito llegará el sufrimiento, no sé si para entonces yo aún seguiré aquí.
Intentando escuchar veinte voces calladas, hoy trato de domar veinte yeguas doradas
como el sol por salir.Veinte dedos señalan tus veinte veranos.
Veinte días, veinte noches, son veinte regalos que guardo para ti.


¿Cuantas veces habré soñado esto?

Y me sigo perdiendo en ti, en cada sonrisa, en cada gesto, en cada mirada.
Me coges de la mano y cierro los ojos, recordando cuantas veces habré
soñado este momento. Te miro y sonríes, te acaricio y tomas mis manos 
contra tu cuello, te beso y.... despierto, y pienso: Cuantas veces habré soñado
esto".

Cada mañana

Seguiré inventando, sin pararme en los detalles
cada dia otro motivo pa esperar al alba.
Seguiré mirando en el cielo un nuevo alcance,
pa olvidarte dame un alma que no sepa a nada, te lo ruego.

Extrema pobreza

Tristemente puesta en pie 
acaricias con los dedos 
la esperanza muerta 
la torpeza y la vergüenza 
de este año que no fue 
ese año que esperabamos tener 


Y lamentas con miradas 
lo que no se puede ni explicar 
lo que no has guardado 
porque al no ser lo esperado 
no quisiste ni archivar 
ni un solo momento 
ni un segundo odiado 
de este amor impuro y agotado 
enfermo y delicado 
pequeño y despistado 
que se apaga.



No digas adiós

No mires el reloj, hoy nada importa. No mires atrás, no hay tiempo para arrepentirnos.
Acaríciame como solo tú sabes. Acompáñame hoy, que tengo miedo.
He conocido la soledad de cerca, y tengo miedo de encontrarla de nuevo.
No digas nada, te prometo que yo tampoco lo haré.
Dejemos que sea el silencio el que cubra nuestros cuerpos.
Que solo el latido de nuestros corazones rompa este silencio.
Dame tu mano que tengo miedo, tengo miedo de estar soñando,
y que mañana cuando me despierte tu no estés conmigo.

El carnaval de tus caricias.

Del calor al frío, del día a la noche. Cuando más borracho me encontraba, llegó la sequía.
Y la primavera que todo lo cubría, dio paso al triste otoño. De la alegría y gratitud de tus
palabras, a la penumbra y desazón de tu silencio. Tú, que todo lo iluminabas, en oscuridad 
te convertiste. Tú, que con tus dedos aliviabas cualquier pena, que con tu sonrisa borrabas 
cualquier problema, tú, que con tu mirada hacías que de todo me olvidara. 
Tú, que fuiste mi penitencia y yo.... yo tu carnaval.


Aunque el tiempo pase...

Supongo que irás envejeciendo, y mi recuerdo irá siempre contigo en el corazón, cosas así son difícil de olvidar rápidamente, por muchos que pasen por tu cama. Sabes que habría ido al fin del mundo por ti, sabes que habría sido el padre de tus hijos, sabes que hubiera sido el guardián de tus sueños, que habría aguando mil y una peleas más, todo si tu hubieras querido, que yo solo quería pasar el resto de mi vida junto a ti. He compartido tus sueños, tus alegrías y tus tristezas, tus risas y tus llantos, conozco de sobra tus miedos tanto o más que tu has conocido los míos, eso no lo consigue cualquiera. Te conozco bien, y te reconocería entre miles de personas solo por el olor de tu piel. He sido adicto a él.

Te prometo un para siempre

- Mírame a los ojos, déjame que te vea, ¿Qué ves en mis ojos?
- No me hagas contestar a eso.
- Y ¿a qué me puedes contestar?
- No sé.
- Te prometo un para siempre, ¿tú me lo prometes?
- Eso es tanto tiempo... no sé, todo se puede torcer, y podríamos acabar odiándonos sin remedio alguno.
- Bueno, aunque te odie, si me necesitas iré.
- No creo, es muy difícil, si me odias no me querrías ver.
- Pues cierro los ojos.
- No me querrás oír.
- Pues no te dejaré hablar.
- ¿Entonces?
- Te abrazaré y te diré ¿Te acuerdas cuando te prometí un para siempre? lo decía en serio

Extraño conocido

Sentado junto a ti, el frío y la niebla se apoderan de todo lo que me rodea. Una leve brisa me suspira en la cara, me hace temblar por momentos, hasta volver a reaccionar. Oigo el mar, ese mar que roza la arena y la sal, peinado por el viento, que más de una vez a transportado mis miradas, mis palabras, mis deseos, mis sueños. Al igual que van y vienen las olas, van y vienen las alegrías y las penas, los suspiros y los lamentos, las risas y las miradas. Cómplice de todo lo que le rodea, cómplice de los mayores secretos, seguramente en otro rincón del mundo haya alguien que sienta lo mismo que siento yo en este momento, sentado en la orilla, mirando al frente, pensando que todo lo que el viento que me susurra me ha quitado para llevarlo mar a dentro, alguien lo habrá recogido, alguien que lo entienda, alguien que lo comprenda, alguien que lo sienta. Mañana volveré al principio, a sentarme de nuevo en tu orilla, a ser ese extraño que acaba confesándote todos mis secretos, todas mis emociones.... ese extraño que todos los días se convierte en tu compañero para que al día siguiente todo vuelva a empezar de nuevo.


Sonríe

Cada latido un paso, cada paso un sueño, cada un sueño una razón por la que no agachar la cabeza. Y abrir de nuevo ese libro de páginas en blanco en el que seas tú quien decida como termina cada capítulo. Mirar al cielo y y respirar, abrir los brazos y abrazar al aire. Que tus ojos recuperen el brillo de antaño, porque cada vez que has llorado, por cada lágrima que has derramado, una estrella en el cielo se ha apagado. Sonríe, sonríe todo lo que puedas, porque puede que algún día alguien se contagie con tu sonrisa, porque no hay día más perdido que aquel en el que no has sonreído.

El tiempo pasa inexorable, no mira atrás, no se para a esperar, sonríe, porque nadie se merece tus lagrimas, sonríe porque el mundo se lo merece.


Mañana ya no será hoy

Mañana intetaré pintar de nuevo una sonrisa sobre el lienzo que dibuja mi rostro, mañana intentaré recobrar la todo aquello que me deje atrás y que aún no he vuelto a encontrar, mañana volveré a mirar al cielo buscando esa señal que me indique que todo esta bien... mañana ya no será hoy.

Quizás

Y cerraré los ojos, y descansaré de toda esta pesadilla. Y todo volverá a ser como antiguamente, todo volverá a estar en su sitio, como si el tiempo no hubiera pasado.
Y volveré a mirar al cielo y pensaré que todo es como siempre he pensado que era. Pero mientras, seguiré sentado en este banco, viendo como pasa el tiempo por delante mía, mientras que me vuelvo impasible a todo lo que ocurre a mi alrededor. Cuando mi sombra sea mi única compañera, cuando el sonido de mis pasos sea el único que rompa el silencio que me rodea, cuando mis ojos vean más allá de mis zapatos… quizás todo haya cambiado, quizás…. 


Quédate.

Que te parece si me das tu mano y volamos. Que te parece si nos olvidamos de todo por un rato y llegamos donde el corazón nos lleve. Que te parece ser héroes por un día. Héroes de nuestro mundo de mentira y plastilinas, donde el cielo siempre es azul y sol brilla en lo más alto. Yo tu héroe y tu mi heroína, que nada vuelva a poner en marcha el reloj, que nadie haga que esto cambie. Quédate hoy a mi lado, y te prometo el cielo para el resto de los días, quédate conmigo, porque por un momento he vuelto a sentir miedo al pensar que no eras real. Quédate por un rato...